Que Dios hable en tu favor (Haggai 2:8)

Autores/as

  • Douwe Tj. Sieswerda

Palabras clave:

Estudios bíblicos, Citas bíblicas, Patrística, Literatura bizantina, Juan Crisóstomo

Resumen

“Mía es la plata, y mío es el oro” (Hageo 2:8). Con estas palabras puestas en boca de Dios, el profe-ta Hageo pretendía dar ánimos a los judíos, que a su vuelta de la cautividad babilonia planeaban construir un nuevo templo y dudaban si este Segundo templo igualaría al primero en belleza y gloria. Este artículo trata del uso y abuso del mensaje divino en época bizantina, las distintas interpretaciones a las que fue sometido y la diversidad de intenciones con las que se presentaba. El Padre de la Iglesia Juan Crisóstomo polemizó con algunos de sus fieles sobre el llama-miento egoísta y falso de Hageo 2:8 y sobre la fraudulenta secuela añadida por los falsificadores: “… y lo daré a quien yo quiera”. Esto fue inventado, defiende, por ricos avarientos que intentaban poner el sello de la aprobación divina sobre su riqueza adquirida injustamente. Los fieles critica-dos por Crisóstomo difundieron oralmente su interpretación del verso de Hageo, pero también distintos autores se refirieron a él utilizándolo de todos los modos posibles, desde la manipulación grave del texto a otras distorsiones más inocentes. El presente artículo las rastrea desde época de Crisóstomo hasta el final del Imperio.

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Publicado

2015-12-01

Cómo citar

Sieswerda, D. T. (2015). Que Dios hable en tu favor (Haggai 2:8). Revista De Estudios Bizantinos, 3, 1-19. Recuperado a partir de http://erevistas.publicaciones.uah.es/ojs/index.php/ebizantinos/article/view/1723

Número

Sección

Artículos